Antes de liarte a desmontar la pinza entera, prueba a centrarla bien: suelta los tornillos de la pinza, apriétalos a mano hasta el tope y suelta un octavo de vuelta, lo justo para que la pinza tenga margen para moverse. Aprieta el freno a tope (es más fácil si te ayuda alguien) y, con la maneta a tope, da el par de apriete a los tornillos de la pinza. Con eso te aseguras de que las pastillas apoyan perfectamene paralelas al disco.
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