Después de una casi fallida entrada en Cartagena, con la mano renqueante de una intervención que no evoluciona demasiado bien, bajé a Valencia simplemente para que se me hinchara la extremidad y el cirujano al día siguiente pudiera valorar la hinchazón y limitaciones que tenía.
Pedí a Bea de Racing100 una plaza en el grupo que fuera, el tema era dar vueltas y maltratar la extremidad, básicamente.
Me envía whatss al día siguiente que tiene un sitio para mi.
Esta vez ya voy más mentalizado a no hacer el animal
y disfrutar del día y de la "hinchazón" infligida al pu... manita, y de los grandisimos compañeros y amigos que nos citamos en el Ricardo Tormo.
Domingo tarde, después de una buena comida familiar y los mejores deseos, dejo atrás el hogar y me adentro en la AP7 a ver si los imbéciles por km lineal por provincias siguen siendo mayores en Valencia que en Tarragona, sobretodo domingos y viernes, camiones incluidos. Con varios sustitos por culpa de competiciones entre elefantes del asfalto, a ver el que conseguía la pole, uno a 89 kms/h y el otro a 90 kms/h, generando colas tras ellos de 25 vehículos, alguno flipado...en fin, que debes ir con todos los sentidos y aún viéndote con remolque, se te meten en el carril izquierdo, provocando un desgaste innecesario de pastillas...
Llego al circuito un punto antes de las 20h para bajar del carromato la Yamaha, preparar las mantitas a los Bridgestone para evitarles el frío y saludar y agradecer a la organización su implicación. Noche de hotel después de breve cena, y me meto a la vez en la cama y en la lectura del texto literario basado en la ocupación del norte de España por parte de los reinos cristianos, musulmanes y judíos allá por el S. IX...parece más tocho de lo que escribo, pero te engancha.
Me despierto a media noche con el tocho encima del pecho, apago la luz y me giro a contar ovejitas
Desayuno con el restaurante repleto de hispanos con sus gritos, vocerío, teléfonos sonando, en fín lo de los últimos años, aún empeorando la ya de por sí mermada educación nacional. Pago el dispendio del hostal con un pequeñín problema con la tarjeta que casi me hace quedarme a limpiar cristales, pero no llegó el agua al río y conseguí el hito.
Llego casi tarde al briefing, suerte que el temporizador para las mantas térmicas ya trabajaba desde las 7:30h, nos dan las pegatinas y pulseritas, Nandito ya tenía a punto su Ducati y su compi/amigo/cocinero/sparring/ayudante/chicopatoo Toño, ya estaba sacando el arsenal alimenticio que caracteriza al Team Mónaco.
Después de rogarle que sacara sus dotes de "enfermero", Fernando se curró un vendaje la mar de profesional para evitarme que el hinchazon y el recubrimiento del dedo en forma de nervios, musculos y sobretodo el ligamento tendinoso dichoso me tocara demasiado la gaita, y dejara currarme unas vueltas aunque fuera de paseo, intentando disfrutar de mi nueva condición de inválido o no apto para frenar...demasiado.
Allá que voy, en las tandas de lentos lentos, a ver si encuentro alguna sensación que además si es positiva, me daría un chute de moral del que ando algo falto. Bien, a un ritmo de casi paseo, con gomas ya casi en los avisadores, pero para lo que voy a acelerar, tendré suficiente.
Al salir algo de dolor, al que le aplico hielo, bastante hielo, cubito tras otro, hasta dejarla casi adormilada.
Sale Fernando con su V2 ya al 100% de sus posibilides tanto en la parte ciclo como el "pequeñó" problemilla con la gestión electrónica que tuvo con la italiana en últimas visitas, y además de estreno con un SC2, con el que le puso los cuernos a "nuestros" Bridgestone de los últimos años.
Pista en buenas condiciones, el astro rey ya apuntaba maneras, pues seguro que a la que se acercara al cénit, nos iba a hacer sudar una miaja.
Voy pa la 2ª, con mismo propósito. Empecé a disfrutar algo más de "ir pisando huevos", ya que me dije: ya que no puedes frenar, al menos traza bien e intenta hacer un paso por curva decente. La salida de la 2 y el acceso a la 3ª cuadrado, el garrote antes de la chicane no mal del todo, lo que ayudaba a que no podía echar el ancha y quizás me daba algo más de velocidad tanto al meterla, como al abrir
, la siguiente en subida algo más dificil, y el curvón/parabólica del final al que cada día le cojo más cariño, me hizo pasar buenos momentos.
Me voy a celebrar el santo del niño pequeño de casa...volveré