Estaba diciendo que al final de la segunda tanda, ya me empezaba a encontrar algo más cómodo, pero como temía, el brazo del freno ya quiso Dios que paulatinamente me fuera alertando que no estaba por la labor de trabajar a destajo. En el descanso incidí con los estiramientos, hielo, otro antinflamatorio y pedir al ángel de la guarda, que como mínimo me permita acabar el día en condiciones decentes de dolor y de tacto.
En la siguiente me iba a centrar en la salida de la uno y la bajada de la 2, y en la previa a la chicane. Escuchando a Javier y Sergio, apliqué sus conocimientos de la pista, más abierto a final de recta, para cerrarte redondito redondito hasta casi tocar el piano y
hasta casi coronar, y dejando abierto el acelerador, meter 4ª lanzarte a ciegas, para tocar muy tarde el interior y ya. Algo mejor, aunque me costó lo mío también creerme que nadie me había tocado la curva desde el último paso
Las anteriores a la S que acaba al principio de la larga recta fue menos complicado, pegado al colín de la 765, salimos de las ciegas en 3ª, y repelando el puño con cuidado, conseguí en unos giros, salir con suficiente aceleración en la de izquierdas, como para estirarla y en 4a continuar empujando hasta estar 10/15 metros ya bajando, frenar fuertecito y bajar 2 y negociar la incómoda doble izq/dcha, en la salida bastante por fuera -pues me llevé un susto queriéndola acortar, y me dije: tampoco hace falta, por fuera se ve bien el paisaje-, estirarla hasta 11/12.000 rpm y tumbadito 3ª y a encarar la parte de los valientes, hasta 6ª y me quedaba a unos 1800 vueltas para el corte, y sin poder aprovechar ni la mitad del equipo Brembo -por la mano, y el acuciante dolor
-, una vuelta más !!! Hasta el fín de tanda. Aquí ya estaba disfrutando de lo lindo, satisfecho
.
Regreso al box, presiones, gasolina, estiramientos y a comer alguna cosilla para engañar al gusanillo. Más hielo, y con el café y el cigarrito, decido ahorrarme la de después del papeo, el daño en la mano y muñeca era importante.
Hablando de las sensaciones con Sergio, que si el chasis en la frenada se retuerce, que si corren por igual -yo creo que no, apenas podía aguantarle el rebufo, aunque él me decía que por velocidad tampoco me podía superar...-, total que le digo: porque no la pruebas y me dices ???. Dicho y hecho, se monta en la R6 blanquita, y sale junto a su hermano -RSV- a pista.
Me voy corriendo hacia el final de recta trasera, y sí, en un par de vueltas, le pilla rápido el tacto a la pequeña 600, Encuentran a un grupo de 3/4 pilotos, cuando iban juntitos, y con confianza les mete a dos la rueda apurando esa frenada tan complicada, y en otra vuelta se los saca de encima. Javier me comentó que no andaba cómodo tampoco. Y es que hay días que si no te sientes fino por lo que sea, ese puntito de comodidad hace que te salga todo fluido, de lo contrario notas y sientes errores que sin saber porque, te hacen parecer un pato, ese frenada hasta el ápice que adelantas por miedo ??, ese lanzar la rueda y abrir sin compasión, que moderas...en fín, tanderos como yo, que tienen que converger muchas circunstancias para salir realemente satisfecho al 100%.
Faltaban aun 7/8 minutos para el final de la tanda, y veo que Sergio marca con el pie que va a entrar a boxes. Corriendo voy para allá a escuchar sus impresiones...