Ya sin la presión del ir dando hachazos a trocho y mocho, nos recolocan en nuestros supuestos grupos de igualdad, por tiempos. Que entre el mas rápido al menos, a penas habían 5 segundos...en 40 pilotos
Ahora los rayos de Ra caían ya con cierta pesadez. Descuelgo el chaleco refrigerante, lo lleno de agua me lo pongo, antes de colocarme la tortuga Dainese nuevecita, el mono e interpelar a Charls una vez mas
, a que me ayude a subirme toda el traje de luces, y conecte el casco con la joroba para que pueda chupar el líquido maná (agua con limón), que llevo en la grupa. Muchos me preguntan, eso es eficaz ??, para beber tal y como entendemos no, pero después de 6 ó 7 vueltas apretando el culo, apurando el final del recta más allá de los 150metros, intentando pasar la 4 sin dejar el gas -
luego os explico el consejo que me dieron de esta curva, y casi salgo con los pies por delante
-, la boca como esparto, sudando por los descosidos...y le das una chupada a ese líquido, que te refresca la boca, gaznate y hasta te parece que te empujen ángeles, para eso, sí que sirve, y mucho y bien.
Que me voy, del guión. Para no encontrar pelotonera, o sales el 10 o el último. Apenas suena la sirena de que empiezan a entrar a pit-lane, saco calentadores y me dirijo a la salida para que me revisen adhesivos, el casco, etc. Ya había una R1 azul allí, y amarilla, con el motor humeante -yo lo paré porque no llevo bomba de agua-. Empiezan a llegar "elementos" que formamos una serpiente multicolor, y dan paso hacia la guerra. Acelera la Yam, y a los 15 metros se gira y me hace señas de que me aleje
, no entiendo nada, pero le doy 15 o 20 metros más, accede a pista, y voy siguiendo desde la distancia, sus trazadas muy raras, muy abierto, a más de un metro de la línea ideal y abriendo gasssss con la moto vertical como si no hubiera un mañana. Al final de la recta de atrás me digo, nada, me tengo que sacar de encima al nuevo arquitecto de Motorland, porque no va por el sitio. Antes de acabar de pensarlo, una BMW de muy malas maneras
me arranca los adhesivos de la izquierda en la recta de meta, y una Kawa verde también. Leñe, o me espabilo, o me engullen. En la 6 entro por el interior, bien y me voy a la caza de la alemana y la lechuguita. Pero no, los seguí unas vueltas a la distancia, les recuperaba algo al principio de la vuelta, pero iban estiráaaaaandose hasta casi perderlos de vista. Al fín saqué alguna vuelta "limpia", aunque no creas, cuando no era el molesto avión, que molestaba en algún ángulo o curva, me iba yo largo ese metro o me faltaba mordida en alguna frenada, que hacía que no diera la "vuelta ideal", sino más bien la vuelta desigual. Vaya estropicio
Pero al fín en mi salsa...aún a falta de pimienta.
Paramos a comer. Un menú a base de ensalada y pescado rebozado con berenjena, y cafeína en vena. Esa vez con Ch@rly y novia, explicando batallitas del cretáceo e informándonos de nuevos proyectos, ilusiones y vinos, sobretodo vinos. Ambos somos aficionados a la enología. Al poco de bajar hacia el box 10 en el que residíamos temporalmente, paran nuevamente la actividad. Otro que se había salido, provocando el desierto sobre el asfalto. En pocos minutos, veo llegar una Yamaha a la que le habían hecho el Harakiri, la pobre. Piloto por suerte, ileso.
Allá que salimos a una nueva aventura, esta vez sin tanta suerte, metido en medio de un grupito, que aun a pesar de que dan paso cada 2/3 segundos, se amontonan en pista a pocas curvas. Y es que si llevas 60 CV menos que los pepinos que te rodean, debes calentar bien las gomas para empezar a apurar frenadas, que es el único punto donde los puedes superar. Eso te lleva a la 2ª o 3ª vuelta como mínimo. Me sorprendió una cosa que había visto antes en un par de ocasiones, pero no se porque, esta vez me alucinó. Explico la película entera. Va un cohete rojo colorao, con una aceleración brutal -creo que una Ducati 999, o algo así, por el colín y los escapes-, que le cuesta hacer paso por curva, pero al enderezarla, sale como un misil. Le doy caza bajando la 11, antes del muro y 3 curvas más tarde, en plena recta me pasa acelerando tanto que la rueda de atrás se le movía dando bandazos, de al menos 20 centímetros a los lados. Que miedo !! Suerte que cortaba 30 metros antes del cambio de asfalto, y yo continuaba con el gas a fondo hasta 20 metros después. Vaya acojone debía tener el tío con ese monstruo. Ya no lo volví a ver en el resto de la tanda. Lástima fué una ZX-10 que seguí casi toda la tanda, después de que me pasara limpiamente en la subida hacia el sacacorchos. Muy fino el tio, estuvimos 2/3 vueltas juntos, haciéndonos las goma uno al otro. Al final le doy las gracias a la entrada del pit, él a mi...en fin, solo faltó llorar.
Que momento más tierno, como si hubiéramos disputado el Campeonato del Mundo a una manga !!!. Gracias pero, el recorte que hacía en la 5, 6 y 10, y siempre pasando por el mismo sitio, fué de chapeau
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