Las motos se compran con el corazón no con la cabeza, y como te han dicho, ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Cómprala decide por ti y no por el comentario qie escucho un vecino de mi Primo en la barra de un bar de un pueblo, como suele ser lo habitual, si la tienes en la mente cómprala y saca tus propias conclusiones, sino siempre las verás osar y las mirarás con deseo.
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