Buffff, salvado por la campana. Agradezco al compi que me cediera la suya. Hacía relativamente poco que rodaba -2 años creo recordar-, y ya se atrevía con una 1000. Bonita en blanco por otra parte la K4. Pintaba oscuro el mañana, en todas las webs conocidas daban el 100% de probabilidad de lluvia, cuando menos hasta media mañana. Dejo todo preparado para si suena la flauta, y me largo hacia Castellserás, a darme una buena ducha y acabar de estirar. Pues a pesar de no haber sido un día de ir a fondo fondo, ya sabéis que tampoco salgo a pasear. La media de las vueltas entre 2:10 y 2:14 y los omoplatos y antebrazos se me notan algo trabajadillos.
Esa ducha reparadora, un poco de lectura casi adormilante, y me pasa a buscar Juan Luís para ir a cenar. Nos vamos al bar de la entrada del pueblo. Unas costillitas, sepia troceada y ensalada llenan nuestros desangelados estómagos, y después de unos chupitos y arreglar el mundo del motor, el de las regiones de España, el del Ayuntamiento más próximo y no sé cuanto más, con un chaparrón que ahogaba a los caracoles, me devuelve en coche -me hubiera ahogado si no-, a mi apartamento a rezar para que mañana el Todopoderoso, tenga un poco de piedad, y sople el cierzo.
Toda la noche
y agua que te creó. El despertador lo atraso hasta las 8:00h, convencido de que no iban a abrir pista. Desmonto el chiringuito y le dejo las llaves a resguardo, y como tenía una "miaja de hambre", y no olfatear ni una miga en el pueblo, me largo hacia Alcañiz. Justo en frente del Taller Camaral -el que ayer me salvó la vida-, existe un bar que creo recordar se llama las Eras. Lleno a rebosar, hasta en la terracita, que a pesar de la lluvia los fumadores devotos, sufren las inclemencias con tal de sacar humo por la boca. Me pido un par de tapitas de tortillas -berenjenas y ajos tiernos-, riquísimas. Café y enfilo hacia el circuito, ya casi las 10h, sabiendo que no íbamos a rodar hoy.
Al salir llegan por la calle media docena de moteros con tourings y me preguntan donde ir a desayunar: coño, en frente! rápidos, buenos y económicos.
Ya en la entrada de Motorland, me encuentro varios coches con remolques enganchados y sus respectivas moto, marchándose hacia casa...digo yo. Tres ó 4 ó 5, y otras tantas furgos. Cielo tapado. Nubes por doquier, y apenas detrás del circuito se veía algo más claro el cielo, a lo lejos, como en otro planeta casi. Saludo, me dicen que Gully abre pista y el que quiera entrar con peludos, palante. Continúa lloviendo, aunque más timidamente. Acabo con las 30 hojas que me quedaban de mi libro y subo al bar, ya que además hacía frío respingón. Parece que afloja algo el agua que cae. Oigo alguna moto que se arranca, y con cielo cubierto igual pero sin caer apenas agua, salen un par de valientes. Una Ducati, el balear con una L17 preciosa y otra que creo era una Kawa. Todos con gomas de agua. Ese claro que se veía a lo lejos, se va acercando y en la chimenea que se ve digamos que detrás de la recta principal, mirando desde atrás de los boxes, los viejos del lugar dicen que si el humo vira hacia la izquierda, es que el viento en pocas horas se llevará el temporal. Se cumple a rajatabla los "remedios caseros". Hacia el mediodía, ya se había despejado y hecho carril. Los boxes empiezan a escupir motos, algunos con rallados, otros con mixtos o calle...y aparece Mateo, al ver mi moto, preguntando por su jinete.
Hablamos un ratito, del circuito, lo dicho un gustazo contar con compañeros así, y celebro que te gustara el trazado.
Yo me esperé hasta el límite de la hora de comer y 50 minuntos antes, me enfundo y entro a hacer una maxitanda. No estaba para rodar rápido, sino fino. Con un regero de agua entre la 2 y la 3, y otro al salir de la 5 y uno más ancho en el sacacorchos saliendo. Me como casi 65 kms de tirón, levantando la moto en las zonas más húmedas y con mucho tiento con el gas. Suerte que había cogido el sotamono de invierno, se agradeció. Zorro viejo, 10 minutos antes de la ajedrezada, me voy a comer. Solo, sin ruidos...hasta 15 minutos después, en que subieron todos.
Por la tarde modificaron los horarios, ya con el trazado seco en un 90%, pero el frío continuaba allí, agarrao a los mástiles de las banderas. Me acerco a Mateo a preguntarle y me dice que le encanta, pero hay zonas que aún le cuesta...pues sigue a Frazar, que está en rodaje y traza como un tiralíneas. Me marqué un par de tandas a bien, a secas y en la última tuve que pedir unos lítros de gasolina a unos compañeros vascos, ya que al estar convencido ayer que no rodaríamos, ni cogí las garrafas. Gracias chaval, no quiso ni un céntimo, ahí van esas
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Al final casi 400 kms en dos días, organización estupenda, detalles como Gully -cafes, galletas, fruta...- pocos los tienen, y hicimos lo que pudimos, con lo que tuvimos. Hasta otra...
