Yo he hecho ambos trayectos, siempre hablando de motos sólo para circuito.
Tras un par de años con una SV 650 S, me compré una R6 2005 circuitera bien montada (Öhlins, escape completo, centralita...) que tuve 3 años y no me dio más que alegrías: la moto era muy fácil, andaba bastante bien, frenaba, noble... aprendí un mundo con ella.
Después me pasé a una CBR 1000 2008, una moto que desde el minuto 0 pareció que llevaba conmigo toda la vida, aunque tuve que "reaprender" mi conducción con ella: había que pararla, girarla y enroscarle para salir volando de la curva, y al principio intimida bastante abrir el gas en una 1000. Me estrené en las carreras con ella y la disfruté como un crío, pero tras ver la diferencia de potencia con las 1000 modernas, me decidí a cambiarla por una S1000RR 2011.
La BMW es una moto totalmente diferente, mucho más rígida, con una electrónica que no llegué a dejar fina (o me frenaba mucho el CT o iba pintando de negro la pista) y mucho más física, no me llegué a hacer a ella. Ese mismo año probé la R6R de un amigo, moto con la que llevaba mucho encaprichado, y me lo pasé mejor en 5 vueltas con la R6R que el resto del año con la BMW, así que vendí la BMW y me compré una R6R 2008. Y este año me ha tocado hacer el paso inverso, desaprender todo lo que hacía con las 1000 y aprender a soltar el freno antes y pasar más rápido por las curvas.
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