Lorenzo hizo un carrerón, desde luego, en su línea de cuando tenía el día intratable con Yamaha: tirar constante y allá quien le quiera seguir. Pero es que llegó a Italia con cuatro Ducatis (Miller, Petrux, Dovi y Rabat) por delante en la clasificación del mundial. Dudo que una marca como Ducati tome estas decisiones de la noche a la mañana, contrataron a Lorenzo para ganar el mundial. El año pasado casi lo ganan... con Dovi, y este año hasta Mugello nadie creo que pudiera decir que el piloto Ducati que tenía mejor pinta para pelear fuese Lorenzo. Ahora falta por ver si esta carrera ha sido flor de un día o si realmente Lorenzo ha encontrado la forma de ser competitivo en carrera con la Ducati.
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