a Todocircuito - Ver post - Proyecto 24 H-40 A (XIV): la Carrera de Noche
Ver post
Anterior 30-ago-2017, 07:49  
Moriwoki
Todocircuitero oficial
 
Avatar de Moriwoki

 
Registrado: enero/2010
Ubicación: Madrid
Moto: KTM RC8- Track Yamaha FJ 1200
Posts: 584
Agradecimientos: 7
Le han dado las gracias 89 veces
Predeterminado Proyecto 24 H-40 A (XIV): la Carrera de Noche



Hola a todos.

La noche es el elemento particular que pinta el escenario de una carrera de resistencia. Cómo se vive desde dentro, desde la pista y sobre la moto. Cómo es la batalla que se desata en plena madrugada cuando se retira el Safety Car, cuáles son las postales inigualables que se pintan sobre el circuito, cómo se ve y no se ve, las luces y las sombras que van y vienen.
Todo eso y más en este reportaje.
Espero que os guste.
Muchas gracias.



Proyecto 24 H-40 A (XII+1): la Carrera de Noche

Has hecho dos relevos, o es posible que tres, y tienes que volver a la pista en plena noche, cuando ni siquiera llevas cubierta la mitad de la carrera. El ocaso es el momento en el que todos, desde los mecánicos hasta los comisarios de pista, pasando por los encargados de las pizarras y de los neumáticos hasta los coordinadores de cada equipo y los propios pilotos, toman verdaderamente conciencia de estar viviendo dentro de una carrera de resistencia.

A la luz de la luna

El panorama de la prueba cambia su aspecto de una forma tan rotunda que, en plena noche, parece haberse trasladado a otro escenario. El pit lane bajo el fulgor de los focos, el interior de cada box bañado por la luz fluorescente, el paddock iluminado como un aparcamiento multitudinario, mientras se ve sumido en un palpitante letargo, y la pista, sí la pista en diferentes pasajes: con el resplandor de una gran avenida o con la media penumbra de una calle suburbial.

Se puede decir que todo el trazado se presenta más bien visible para el piloto…, sí, todo, excepto la curva Repsol, de la que su primera entrada nocturna, a la velocidad que se llega, le sugirió a un servidor la mismísima boca del lobo. Entonces entendí las palabras de mi compañero Miguel, apuntando como una pintoresca curiosidad que ¡la luna ayudaba a seguir la trazada por esa curva!

Luces y de sombras

Surcando el trazado de Montmeló a toda velocidad, surge un desfile de sombras que rebasas, o que te adelantan con un paso fulgurante antes de hundir su silueta bajo la perspectiva que tienes en el frente; mientras que los faros de tu moto clavan su luz en el suelo, apenas dos metros por delante de ti cuando vas completamente tumbado, o muestran su inutilidad absoluta en los escasos tramos por los que navegas de noche en vertical, bien diluyendo su haz en la media sombra o bien fundiéndose con la diáfana claridad que muestra la recta.

Otras luces caen sobre ti por un momento, para que al instante siguiente se escondan por el costado, provocando la confusión y empujándote al desconcierto. Son los haces que proyectan los focos clavados en otros puntos de la pista, y que llegan esquinados o atravesados para asaltar nuestro paso.

Pero hay más luces, otras más, ciertas y continuas, que se instalan justo detrás de ti y que iluminan con su resplandor el suelo que corre bajo tu paso. No cabe duda de que esa luminosidad resplandeciendo bajo los pies presiona a buena parte de los pilotos y directamente impone a alguien como un servidor. Sin embargo, una vez acostumbrados a ella, puede recibirse como una interesante utilidad. Veamos:

Desfile de lazarillos

Efectivamente, una vez que me habitué a la llegada de un piloto, anunciada por sus luces, lo recibí como una magnífica orientación para situarle y para facilitar así un adelantamiento que frenara lo menos posible el ritmo de ambos.

Todo aficionado conoce muy bien los beneficios que aporta la referencia de un piloto más rápido delante de ti, haciendo un efecto, burdamente hablando, semejante al del burro y la zanahoria. La liebre mecánica en las carreras de galgos o la humana en las pruebas de fondo y medio fondo, que marcan el carácter más emblemático del atletismo, representan la muestra más descriptiva de ese cierto efecto de remolque que crea un piloto rápido sobre el que lleva detrás.

Bien. Eso se desarrolla durante el día, pero, ¿y en medio de la noche, en plena madrugada, con la desorientación que provoca la oscuridad y el sueño que rebaja la lucidez de los reflejos?

Un piloto rápido, que vaya con la precisión de un raíl por la trazada y al ritmo de una centella, se presenta como algo mucho más valioso que una referencia. Un piloto así, es como un auténtico lazarillo para quien singla entre tinieblas por la pista, una luz providencial como el faro costero para el antiguo navegante. Así lo sentí, sobre todo durante el último relevo nocturno y particularmente en el paso por la curva de Repsol, donde en más de una ocasión me sentí tan acoplado a algún eventual lazarillo, como si fuera formando con él un doble tiro de nuestro particular carruaje.

El Despertar

CONTINÚA EN...

https://www.soymotero.net/proyecto-2...de-noche-23920

Editado por Moriwoki en 30-ago-2017 a las 19:11
Moriwoki está desconectado   Citar y responder