a Todocircuito - Ver post - Proyecto 24 H-40 A (XII+1): la Carrera de Día
Ver post
Anterior 19-ago-2017, 09:24  
Moriwoki
Todocircuitero oficial
 
Avatar de Moriwoki

 
Registrado: enero/2010
Ubicación: Madrid
Moto: KTM RC8- Track Yamaha FJ 1200
Posts: 584
Agradecimientos: 7
Le han dado las gracias 89 veces
Predeterminado Proyecto 24 H-40 A (XII+1): la Carrera de Día

Hola a todos.

Os dejo el primer capítulo de la propia carrera, en el que se empieza por describir la vivencia de un paquete como un servidor desde dentro, desde la misma pista, de una carrera así, con 53 equipos, entre los que hay un buen ramillete del EWC, incluido un subcampeón del mundo de Super Sport.

Además de ello, aparecen descritas algunas escenas que por muy cercanas que nos puedan resultar desde el asiento del espectador, o incluso como fotógrafo u observador a pie de pista, desde la moto toman una dimensión inimaginable.

Espero que disfrutéis con esta lectura.
Muchas gracias.



Proyecto 24 HorEs-40 AñOs (XII+1): la carrera de día

Esta carrera muestra una inscripción ciertamente particular, que tiene parte en común con otras de resistencia que se hacen en el mundo, pero que por su esencia heredada de Montjuich, se presenta en el calendario con una personalidad independiente.

Por un lado, encontramos dos o tres equipos que aspiran a la victoria, contando con pilotos punteros del CEV, e incluso este año con un subcampeón del Mundo como David Salom. Por otro lado, una legión de equipos franceses, buena parte de ellos militando en el Mundial de Resistencia, mientras que la que no lo sigue al completo pasa de forma fija por las 24 Horas de Le Mans, o por la Bol D´Or, o por ambas. Y por último una buena inscripción de los que conocemos popularmente como tanderos; pero hablando de tanderos asiduos a las rodadas dentro del nivel más rápido, tanderos que conocen el circuito como la palma de la mano y que se preparan, además, a conciencia para esta carrera. Y en esa intrincada jungla…, pues se metió un servidor.



Lo cierto es que puedo asegurar al lector que por mucho que hubiera repasado los tiempos de otras ediciones y por muchos minutos que hubiera visto en otros años la carrera a pie de pista, no me pude hacer una verdadera idea de dónde me iba a meter hasta que no me vi por primera vez verdaderamente dentro de la carrera.

Y antes de hacerlo, antes siquiera de plantearme varios meses atrás participar en estas 24 Horas, una de las posibles situaciones que más me preocupaba era la de sufrir inmerso en el circuito el adelantamiento continuo de una legión de pilotos, un chorro permanente de motos pasándome por ambos lados sin dejarme respirar, sin dejarme vivir, como quien dice.

Por ello estuve pendiente durante las horas previas a mi toma de contacto con la pista de medir la cadencia irregular con la que las motos pasaban por delante de la tribuna de meta. Para mi alivio, comprobé varias veces cómo se repetían algunos intervalos de muchos segundos durante los que la recta, a la altura del muro que la separa de los boxes, permanecía desierta. Y es que 53, que fueron las motos inscritas, son muchas motos, desde luego; pero también es cierto que el trazado de Montmeló es suficientemente largo como para albergarlas con una tolerable holgura; aunque es muy posible que los pilotos capaces de rodar por debajo de 1´50” perciban algo bien distinto, pero como comentaremos a continuación, ellos ven una pista bien distinta.



Un Bucle de 24 Horas

Y llegó el momento en el que, con la carrera lanzada desde poco menos de dos horas antes, me tocó entrar de guardia; justo en el relevo durante el que mi compañero Miguel se mantuviera pilotando la BMW Motocrom+50 con el dorsal 51. Para ello, me había establecido un ciclo mental que debería mantener durante toda la carrera, un ciclo que no cambiaría, fuera de día o de noche, y que repetiría al menos seis veces en una especie de bucle continuo:

Pista, ducha, fisioterapia, descanso, guardia, y pista otra vez, ducha, fisioterapia, etcétera.

Y así fue cómo sentí que la ceremonia de ponerme todo el equipo se mostró desde el primer momento como el trance más tedioso por el que debería de pasar antes de tomar cada relevo; más que otra cosa, por el peso psicológico que entrañaba. Ponerme el sotomono, la espaldera, la protección ventral y las botas debe suponer –imagina un servidor- una liturgia muy semejante a la que sigue el torero antes de pasar por la capilla, e incluso ya vestido, la misma que vive el diestro en el pequeño templo, como el piloto equipado en la trastienda del box. En cualquier caso, un símil taurino, sin mayor pretensión que la metáfora.

Una vez vestido de romano, fuera de día o de noche, trataría de relajarme sentado en esa trastienda del garaje, respirando profundamente, e incluso tratando de conciliar un duermevela mecido por el aullido repetido de cada moto pasando a no sé cuántas mil revoluciones por la recta.

¡A la Carrera!

CONTINÚA EN...

https://www.soymotero.net/proyecto-2...a-de-dia-23827
Moriwoki está desconectado   Citar y responder
Estos usuarios le han dado las gracias a Moriwoki por este post: