Después de una ligera cena, ya empezó a lloviznar
, a la cama prontito, a ver si consigo dormir. Una leche, a medida que oía algún trueno, me desvelaba...y hacía mentalmente vueltas a Le Mans, con sus referencias, los conos, intentaba corregir los errores que conocía y enmendarlos. El cansancio de la última tanda, hace mella en mi físico, y a pesar de que me he procurado dos o tres días semanales de gym, el viaje, las emociones y los 190 kg de la K8 pesan. Apenas descanso 5 horitas, cuando bajo a prendre le petit dejeuner, y veo todas las calles mojadas, cayendo una fina capa de agua que me hace presagiar lo peor.
Ufff
, me voy a "mi" box y empiezo a cargar la moto al remolque, mientras llamo a varios talleres próximos, que me puedan cambiar las gomas, pues ya traigo un juego rayados de casa...por si a caso. Mientras, muchos de los compañeros, ya están montando peludos en sus monturas. Vaya flipe!!, 2 ó 3 juegos completos de llantas, y algunos con mecánicos -compis o padres por lo que me pareció-, yo debía desmontar ambas, pues en la otra trasera llevaba una 2ª goma slick, los rayados iban sueltos. En el taller, el simpático mecanico me pregunta entre otras cosas por el tiempo que ruego, y me aconseja que no monte el S21 trasero que llevo, que mejor ponga un nuevo D212, y le hago caso...no vaya a ser...uhhmmm. Total, con zapatos nuevos hacia la pista.
Parece que el cielo da una tregua, y mientras le coloco los calentadores, me informo del plan de hoy. Bien. En 25m abrirán pista "entera", entiendo que con el agua que hay, de poco sirve el ir a afinar, ya que no se puede inclinar ni frenar en condiciones óptimas.
Entramos todos en tropel...y mucho tacto, algún recto, en 3 o 4 giros le empiezas a coger el tranquillo...hasta que al entrar a la recta, me da una sacudida seria seria
cuidado cuidado nene. Continúo, con la confianza por los tobillos. Debía ser media mañana. Ya se hace carril. El circuito drena muy deprisa. Volvemos a picar piedra...curva de entrada a meta doble...muy divertida: un par de veces...al 4º ó 5º paso, me disculpo y regreso
, a ponerle los calentadores a los Dunlop.
Caen 2 gotas, pero vuelven a abrir pista libre 15 m antes de comer. Salgo y me voy encontrando cada vez más a gusto, alguna deslizada sin consecuencias, una caida a final de recta deslizaaaaaaando justo delante mío, pero aún sin haberse parado, me indica desde el suelo
osea que sigo, bajando la precaución.
A medio día, ya hay algunos que se retiran, o por caida, o porque no les mola rodar en estas condiciones, o por cansancio, o por lo que sea. Después de una comida no mejor que la del día anterior, sale el sol de manera clara, con lo que espero que nos liberen de la clase...pues no, a joderse y a estudiar
.
Claro, tanto arrancar y parar, la batería de Suzuki que creía 600 peta...y con la excusa lo acompaño al box a desmontar, ya que llevaba un relé y queríamos probar si era ese el fallo. Al abrir el colín, vimos la batería explosionada...y le pregunto: corre mucho tú 600??? jeje, pues apenas te aguanto el rebufo, y me dice que no es una 600, solo el adhesivo, que es una 750 con centralita...y varias cosas más que si os soy sincero no entendí, pues mi nivel de francés roza el aprobado, palabras técnicas 0. Bueno, ya me quedo tranquilo, creía que tenía una tortuga yo.
En eso que me llama mi mujer y los niños que vienen a verme. Bien. Se pegan una caminata desde la parada del tranvía hasta "mi" box, y pasan toda la tarde haciendo foticos a diestro y siniestro. A veces el sol jugaba al escondite, pero no volvíó a caer una gota, con lo que pudimos rodar las 2 últimas tandas en una situación de pseudo-seco o carril ancho...pero no te salgas mucho, que te cuesta un disgusto.
Ceremonia de entrega de diplomas, camisetas y varios, y dejo la moto y el remolque ya preparados para recogerlos en unos días, para regresar hacia casita.
Bonita experiencia, mítico circuito, algo caro, y también se lo tienen algo creido el tema, a pesar de ser profesionales...vaya, un poco como con los vinos. En fín, vuelví con pilas cargadas aunque más cansado
, y como con los vinos -valga la redundancia-, tenemos a mi nivel, tan buenos o mejores organizadores de cursos y pistas...solo falta la profesionalidad que allí se respira, el saber estar, educación y presencia de los 35 cursillistas que acudimos, sin ni un solo grito, ni palabrota, ni niños corriendo entre las motos, ni los mercadillos que parecen algunas rodadas de aquí, en un ambiente común a todos: la moto.
