La siguiente coincidí con J. Zarco que iba con una Moto3 y dándole rueda al el peque de la anterior tanda, durante los 20m me mantuve detrás de ellos. Los seguía bien desde la recta de meta hasta la chicane anterior a las eses, allí los perdía unos 40/50 metros que los recuperaba vilmente en la recta...y vuelta a empezar. Me sirvió para darme cuenta que después de la ciega y echándoles...ganas, se puede hacer sin tocar freno, abriéndote muuucho en la parabólica de derechas y plegando "casi" como Zarco que tocaba con el cogote en el asfalto. La siguiente entré detrás de una K8 como la mía -creo- con plásticos de serie y una 675 blanca que iban a un ritmillo majete, y a falta de unos minutos, se estampa uno de los jovencitos en la parabólica y paran la tanda. Ufff, mejor pienso, lleno depósito, engraso cadena, me paso un agua, cuelgo para que se seque el sotomono, calcetines y todo lo empapado y voy a por un menú, que me sienta la mar de bien, cafecito y vuelta a empezar. El sol ya apretaba de lo lindo, creo que no me crucé ni una moto en los 20m. Después de los estiramientos de antebrazos y espalda, me voy hacia el pit para salir el primero y calentar bien la rueda delantera, cuando delante está esperando J. Zarco y un aR6R amarilla para salir. Bien!! Ésta es la mía, me digo, y en cuanto Luís abre pista, salgo detrás de ellos...poco duraron en mi campo de visión, arrancaron como si de una carrera se tratase, y en la 2ª vuelta al de la Yamaha no lo veía y la Moto3 del Campeón me sacaba toda la recta. Intenté recuperarle algo. Las siguientes vueltas y a pesar de mis esfuerzos, aplicándome bien bien, creí que algún metro le gané, pues la referencia era que lo veía algo más cerca a fin de recta, cuando a penas yo entraba...hasta que casi me paso de frenada en el garrote después de las eses. Empapado y con los brazos tensos como un arco olímpico, me digo: paso, que mañana trabajo y tengo la moto recién pintada. Entro en esa vuelta, y en el box me esperaban mi retoñó, la capitana gral y unos amigos. Estiro algo los músculos agarrotados, tomamos un refresco, nos acercamos al box del Zarco a pedirle una foto con mi hijo, que muy amablemente nos contentó, y el resto de tandas, ya notablemente mermado físicamente, las acabé como pude. Buena organización, 4 o 5 caídas sin males mayores -quizás un dedo fracturado a lo sumo- y la lástima que los fotógrafos no tiraran de cámara por la tarde. Agradezco los esfuerzos semanales a Pau, que me preparó una rutina en el gimnasio que funciona...y a Montmeló en unos días.
