Buenas rey, mi experiencia es al revés que la tuya. Empecé a entrar a circuitos muy tarde -con 28 años- allá por los albores de 1997. En pocos años enterramos por carreteras un par de conocidos...guardarailes, excesos de velocidad...hasta que un tercero me tocó más de cerca. Vendí inmediatamente mi moto para todo uso -calle y pista-, y la cambié por una scooter y otra que reside encima del remolque, sin matrícula, que ha ido variando en varias ocasiones. Cada año suelo rodar 10/12 veces por ésta piel de toro, y a pesar de que con 46 años en alguna ocasión, me tienta la pereza, cansancio y malos pensamientos de colgar el mono...coño, ahora que lo he cambiado por un canguro, ligerito y fresquito!!. La ilusión de entrar de nuevo en pista, es parecida cada vez, ya sea en "mi" Calafat ó el lejano Jerez, el divertido Jarama ó el rápido Motorland, el sinuoso Cartagena ó mi fetiche de Montmeló...ese cosquilleo, emoción, promesas de corregir aquella curva que no te entra -con los añitos que llevo ya tocará! nooo-, o ajustar bien la horquilla para las chicanes ó probar esas gomas nuevas que Cardoso me ha aconsejado, o pastillas, o deslizaderas, o o o o o o o o o o...siempre encuentro "la excusa". En alguna ocasión, ahora que ya no suelo repetir 2 días seguidos de pista, se me acumula el cansancio si lo hago, y voy tirando de iboprofeno...los próximos 2/3 días en casa dolorido en varios músculos,,,y en tres semanas Cheste!!!!!.
