Madre mía, cuanta tontería...
La historia está llena de normas redactadas por burócratas que no pisan la calle, y que en su mundo a parte se permiten decirnos que debemos y que no debemos hacer, o lo que es lo mismo, coartarnos el libre albedrío...
Tengo cercano un caso de un amigo que abrió una confitería en su pueblo, y tuvo el siguiente problema con la puerta del local, a saber... Un inspector de seguridad e higiene en el trabajo (creo que de la Comunidad Autónoma) le prohíbia que la puerta abriese hacia adentro, porque en caso de emergencia entorpecía la evacuación y otro del Ayuntamiento le prohibía que la puerta abriese hacia afuera porque ponía en peligro a los transeuntes que pudiesen pasar por la acera...
En fin...
Al que fuere sorprendido con aquello en la boca 300 reales.
Al que fuere sorprendido con la boca en aquello 300 reales.
Al que fuere sorprendido con la mano en aquello 500 reales.
Al que fuere sorprendido con aquello en la mano 500 reales
Al que fuere sorprendido con aquello en aquella 700 reales.
Al que fuere sorprendido con aquello en aquello 900 reales.
Tempus transit, sed not convertitur...
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