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Anterior 25-ago-2010, 09:09  
Moriwoki
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Predeterminado Una Moto2 hecha en el garaje de casa. Entrevista

Hola a todos.

Os traigo hoy pienso que una interesante entrevista que realicé hace unas semanas, y que se publicó en Portalmotos, a un piloto ya retirado, Ángel Cuerva, que ha llevado a la realidad un proyecto tan ambicioso como el de nada menos que proyectar y fabricarse una auténtica Moto2 en su casa.
Espero que también a vosotros os resulte de interés.

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ENTREVISTA A ÁNGEL CUERVA

Pulso el único botón del portero electrónico y una voz de leve tono y libre de toda afectación me responde desde el otro lado de un muro verde y frondoso, que se muestra todo sugerencia en una mañana de julio. La puerta se abre y descubro al otro lado del umbral a un sujeto de estatura media, constitución también media, delgada y fibrosa. Una barba mixta, cana y morena, cuidadosamente recortada, encuadra un rostro coronado por un pelo ensortijado y rebelde, que inmediatamente me resulta familiar. Los cristales de unas gafas sin montura, que le dotan de una inevitable intelectualidad, no pueden contener la llamativa viveza, la inquietud, de unos ojos grandes y claros.
Al estrecharnos las manos se me adelanta –será un reflejo directo, pienso, de una actitud manifestada de continuo sobre la pista- y le sale una frase espontánea rubricada con una sonrisa de boca abierta.
-¡Yo a ti te conozco!

Sí, efectivamente, nos conocíamos de dos cursos de conducción en los que me inscribí como alumno y en los que él desempeñaba, y continúa desempeñando, la loable labor de monitor.
Bordeamos el chalé por la izquierda, y en el breve paseo puedo apreciar la ausencia de toda ostentosidad y a cambio detecto la presencia de detalles que resaltan como muestra de prácticas soluciones, incluso ingeniosas, y que se antojan como anticipo de la capacidad creativa del modesto genio que estamos a punto de descubrir.
Frente a la puerta cerrada del garaje nos encontramos con su familia. Me presenta a sus dos retoños, a su mujer y, después de intercambiar algunos comentarios simpáticos con la chavalería, abre las dos hojas de hierro que dan acceso al íntimo reducto de un creador en el anonimato: Su garaje, como el bohemio estudio de un pintor modernista, es para nuestro protagonista el rincón en el que plasma su talento impulsado por una inagotable ilusión.
La verdad sea dicha, esperaba encontrar el intento de plasmar un proyecto con una probable eficacia, sí, de recursos bordados con primor y creados con fantasía, pero con el sello inconfundible de algo hecho en casa. Sin embargo, al abrirse aquellas dos puertas, mi mirada tropieza en primer término con ella, y, desde luego, el calificativo "casero", que traía previamente concebido, cae fulminado al instante.

Negra, estilizada, recogida y compacta, la ACV010 se muestra desde el primer golpe de vista como un auténtico prototipo de competición. Una verdadera moto de carreras.
Pero, por otro lado, al acercarme para observarla con mayor detenimiento, descubro que, mucho más que ante un producto manufacturado, estoy ante la obra de un auténtico creador; una obra diseñada a conciencia con un cálculo milimétrico, desde luego, pero también rematada con la delicadeza y el mimo de alguien que ha reflejado en ella su intensa pasión por la moto y por las carreras.
Tras un sinfín de explicaciones sobre las que voy improvisando una sencilla sesión de fotografía, llega un momento en el que la entrevista corre el riesgo de difuminarse en una serie inconexa de anécdotas y relatos de soluciones ingeniosas. Así, cuando pido a nuestro protagonista que nos centremos, me invita a pasar a un rincón del garaje en el que tiene montado un aparente y coqueto despacho, no exento de cierta elegancia incluso junto a
un ambiente de taller. Nos vemos frente a frente, a ambos lados de una mesa y rodeados de fotografías que contienen un honroso y reciente pasado deportivo que, como veremos a continuación, no le ha dejado satisfecho en absoluto.
Pongo en marcha la grabadora y le pido que me dé dos breves notas acerca de su paso por las carreras:

Me hallo frente a Ángel Cuerva, piloto madrileño asiduo durante muchos años del trofeo RACE y conocedor como pocos de los secretos que guarda el trazado más mítico de nuestro país: El Jarama.

Portalmotos.- ¿Cómo surge la idea de este proyecto, Ángel? ¿Es tal vez buscando una proyección que perseguías como piloto y que no conseguiste en su momento?
Ángel Cuerva.- Bueno, yo me retiro en 2008 de las carreras y no vuelvo a participar en ninguna más; aunque sí desde entonces he tocado alguna moto de competición para dar cursos. Todo surge un poco porque me lo ponen a huevo: Moto2, motor CBR 600 y lo demás al libre albedrío. Yo que estaba ya deseando comprarme otra moto nueva, y no sabía cuál, después de haber tenido tantas en mi vida, pues dije: "Ya está: me hago una Moto2 y ya veremos si retorno con ella o solamente es para mí, para dar unas vueltas". Y así fue cómo asimilé el proyecto, me centré en él y… yo soy muy cabezón. Me puse con él sin dejarlo hasta que lo acabé.

Portalmotos.- ¿Y cuánto tiempo pasó desde que te pusiste manos a la obra hasta que acabaste la moto?
Ángel Cuerva.- Cinco meses.

PM.- No debió de ser fácil, desde luego, pero para hacerlo en cinco meses no cabe duda de que tuvo que ser muy intenso.
ÁC.- Pues aquí abajo, en el garaje, había días de 16 horas. Comer, por ejemplo, a las cinco de la tarde pensando que eran las dos y sólo porque de repente me había dado cuenta de que tenía hambre. Subir, comer algo frío o calentártelo en el microondas y bajar enseguida para continuar de seguido hasta las diez de la noche.

PM.- En tu idea original, ¿partiste de la búsqueda de una moto muy estable, que aguantara sobradamente los caballos que entrega una Moto2, o pensaste en una parte ciclo multirregulable que fuera después capaz de ajustarse, de amoldarse, a uno de estos motores?
AC- Yo he sido un piloto muy vago. Siempre lo he sido y a mí me ha gustado hacer las motos muy fáciles para no cansarme encima de ellas, ir concentrándome sólo en pilotar y no estar pegándome con la moto. Entonces mi idea inicial era la de hacer una moto que cualquiera que la cogiese pensase en lo fácil que es de llevar. De esa forma, dentro de lo que tenía para elegir, la mejor base que ha hecho Honda, digamos, en todos los tiempos es la CBR 600 del 91. Una moto efe con un comportamiento que dio sus frutos en circuito. Aparte con las modificaciones que yo la he introducido, tales como el basculante monobrazo.

PM.- El basculante monobrazo, me has dicho antes de sentarnos que es de una Ducati siete…
AC.- De una Ducati 748. Es muy ligero; aunque la gente cree que los monobrazos son muy pesados, sin embargo los antiguos, sobre todo el de esa moto, no son así: son muy ligeros. Da mucho juego en la regulación trasera y a su vez una rigidez extra. Sí, regulando las bieletas, tocando la excéntrica, dispones de mucho juego –subraya-. Tengo aparte un segundo monobrazo más largo por si la moto se hubiera mostrado algo inestable en las rápidas; pero no ha hecho falta porque la moto, ahora mismo, está funcionando perfectamente.

PM.- ¿Estás satisfecho entonces de su comportamiento en general?
AC.- La moto me ha salido un pelín rígida por ese temor a que todas las modificaciones pudieran darme problemas. Entonces he querido reforzar todo por si acaso. Pero ahora, una vez probada y visto que va perfecta, podríamos empezar a dar marcha atrás y sustituir los tubos de sección más ancha que lleva montados, por otros nuevos de sección más estrecha para buscar el equilibrio perfecto; pero, en cualquier caso, estoy muy satisfecho con el actual comportamiento de la moto.

PM.- Bueno, Ángel, ¿y la moto tiene un nombre, ha sido bautizada?
AC.- Pues sí, la moto se llama como yo –se detiene por un segundo y, de inmediato, deja escapar una carcajada sin que su modestia logre reprimir un punto de orgullo-... ACV, y le hemos puesto de apellido 010, unidad 0 y 10 por el año. ACV010. Lo que no sabía es que en Google iba a coincidir con un ACV un poco –se repiten las carcajadas y no completa la frase-…, pero bueno al final ha hecho gracia y no lo hemos querido cambiar.

PM.- ¿Y qué es el otro ACV?
AC.- Bueno, ACV es un consolador –se dobla literalmente sobre la mesa. Y añade a trompicones entre las carcajadas-. Bueno…, lo dice literalmente: es un "Dilatador anal" –Tras el lógico alboroto, remata añadiendo-: La cuestión es que ya te he dicho que hizo gracia y hemos decidido dejarlo.
Aplacamos poco a poco la hilaridad, retomamos la respiración pausada y pasamos a la siguiente pregunta.

PM.- Bueno, Ángel, ¿y podemos hablar sobre el coste total de la ACV010?
AC.- Sí, claro. No tengo inconveniente. Pues en cuanto a la mano de obra, ha rondado las mil horas y en cuanto al material, sobre los diez mil euros. Y con muy pocas cosas nuevas –destaca-, todo usado; porque hacer una moto a piezas cuesta muy caro.

PM.- Claro, porque, aunque esta característica pueda hacer pensar que se trata de un trabajo impreciso o incluso que lleve consigo alguna que otra chapuza, esta moto está hecha a base de retales, de piezas de desguace.
AC.- Sí, claro, desde luego –habla con absoluta convicción-. Está hecha con el motor usado de un siniestro, con la horquilla de un siniestro, con llantas de un desguace –reflexiona un instante para reafirmarse un momento después-. Es que no me da vergüenza decirlo: Todo el mundo va al desguace.

PM.- Pero en un desguace se hacen hallazgos de lo más interesante.
AC.- Obviamente, soy un perfeccionista y yo me presento en el desguace con mi equilibradora y con mis comparadores. El motor incluso lo arranqué. Me llevé una batería y gasolina, y se lo arranqué allí al tío antes de comprárselo. El chasis lo saqué de una moto que estaba en un sótano del ayuntamiento de Murcia, llevaba allí nada menos que diez años; pero el caso es que cuando me asomé a los relojes y vi 24.000 km, dije: "Éste es mi chasis". Un chasis con casi veinte años y sólo esos kilómetros es el ideal. Y me vendieron la moto al peso. Me costó 150 euros con la baja incluida. Luego se metió en bancada para cambiar los grados de avance porque, al montar el air box tan elevado, obliga a hacer las moto2 muy altas. Parece ser que he acertado con los grados previamente estudiados, porque la moto entra muy bien y además no se mueve en las rápidas; aunque empecé proyectando una excéntrica en la tija para poder variar el avance, pero no hubo presupuesto para llevarlo a cabo. De todas formas, al final, como digo, va bastante bien.
PM.- ¿Tiene montada alguna pieza de una moto tuya del pasado?

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