La verdad es que en mi caso desde que la probé el pasado invierno, no he parado de rodar con ella.
Son baratas, el gasto en el circuito es barato, no consumen apenas gasolina, te lo pasas de lujo sabiendo que puedes arriesgar lo que quieras porque las caídas no son graves (en la mayoría de los casos) y se crea un ambientillo muy guapo.
Ahora mismo la compagino con la moto grande y estoy encantado. Está claro que la sensación de velocidad/pilotaje no es la misma, pero por otro lado, la tranquilidad de saber que una caída no te cuesta dinero ni salud, también lo compensa.
Venga, yo también animo el post con un par de fotillos