A mí la tarde que la recogí cuando la compré ya me dejó tirado sin batería, luego llegaron las desintegraciones y esas veces que decía que no le apetecía ir a ningún sitio y por eso no arrancaba (volví a fumar de nuevo para pasar esos ratos) jajajaja, tornillos sueltos, perdidos, cable del embrague partido justo haciendo una rotonda, enganchón del pistón en ciudad y al suelo, pedal del cambio perdido (menuda gracias cuando no lo encontraba al ir a reducir antes de unas curvas)... Joé, un sinfín de aventuras. Contado así suena todo a malo pero es la moto que mas me dio, con ella aprendí a disfrutar de esto. No sabía lo que iba a disfrutar de las motos.
|