Pues ya he vuelto.
Sí, Pit, me he ido con un scooter y un fotógrafo por todo el vial interior del circuito. La verdad es que he venido un tanto cabreado porque hemos discutido con los comisarios que había en la chicane rápida, la segunda. Se ha caído un piloto en la primera variante y media docena de tipos y tipas mirando impasibles, con la moto en medio de la pista y sin mostrar ni una bandera. Les hemos gritado y nos han respondido con un no tajante. Que no se saca allí la bandera, antes de la curva.
En fin, mejor no comentarlo con los pilotos porque si supieran en manos de quién están.
Pues el colorido nocturno es especular. Los focos de las motos, formando uves que se abre y se cierran sobre el asfalto según la inclinación. El ritmo es el mismo que de día. Se puede apreciar un segundo tal vez en algún equipo, pero pasa completamente desapercibido a pie de pista. La larga, el curvón con el que acaba la recta es más espectacular aun que verlo de día. Sobrecoge el paso de los pilotos a 290 con los led de colores que sirvan para hacerse reconocer por sus equipos.
El circuito está iluminado, para que os hagáis una idea, como una calle de barrio, no la Gran Vía, sino la calle de un barrio periférico.
Ahora daré un paseo por todo el pit line, junto al muro, para ver la actividad de los boxes a la luz de los focos y para presenciar también algún relevo nocturno, sobre todo de los equipos de Superbikes, que tienen cambio rápido de ruedas.
Un saludo.
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