En mi época de mensajero, para poneros en situación, lo más vendido eran vespas y vespinos y la moto deportiva de la época eran las Exup, historias del abuelo cebolleta a parte, los coches en Madrid te jodían vivo, tenías que conducir por ti y por todos los demás, siempre con el cuchillo entre los dientes y los reflejos a tope, he de reconocer que he arrancado más de un retrovisor de una patada.
Hay que tener cuidado, siempre tenemos todas las de perder, ...y para estos hijo..., a cada cerdo le llega su San Martín.
Vss y prudencia.
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