 Por Alfonso Somoza @sukosomoza Google+ |
Hoy hace exactamente 15 años que nos dejó el mejor piloto de la historia de las Road Races: Joey Dunlop. El carismático y campechano piloto norirlandés fallecía en una carrera urbana en Estonia, cerca de Tallin, el 2 de julio del año 2000. Con su muerte se inició un mito, el de un hombre que, además de entregar su vida a las motos, era cercano, amable y solidario. Muy pocos saben que el bueno de Joey aprovechaba sus viajes por Europa en furgoneta para acudir a las carreras y llevar alimentos a cientos de niños que se morían de hambre en Rumanía y la zona de los Balcanes, una labor humanitaria que le hizo merecedor de la Orden del Imperio Británico en 1996.
En el terreno deportivo, Joey Dunlop sigue siendo, hasta el momento, el piloto que más veces ha ganado el TT de la Isla de Man: nada más y nada menos que 26. Además, se proclamó campeón del mundo en Formula 1 TT cinco años consecutivos, desde 1982 y 1986, acumulando 13 victorias en la North West, 24 en el Ulster GP, 31 en la Southern 100... y más de 160 victorias en todo tipo de carreras urbanas repartidas por Europa.
El eterno piloto del casco amarillo tuvo incluso ocasión de debutar en el Mundial de Motociclismo, participando en dos carreras, la primera en Le Mans en 1979 en la categoría de 350 cc, y la segunda en Silverstone, en 1985, con una 250. En ambas ocasiones logró quedar dentro del top 10.
La muerte de Joey Dunlop conmocionó a todo el país, llegando a reunir a más de 50.000 personas en su funeral, una cifra que simplemente pone los pelos de punta. En la actualidad, sus sobrinos Michael y William Dunlop siguen defendiendo su apellido en el panorama internacional de road races.
