FOTOS

Brough Superior SS100, el resurgir de un mito

Publicado el 29/06/2016 en en Motos únicas

Por Borja Arias
@borjarias | Google+

Siempre es de agrado ver resurgir a una marca de motos, sobre todo si fue capaz de escribir unas cuantas líneas en la historia del motociclismo. Eso es lo que ha ocurrido con la Brough Superior SS100, un modelo de aspecto robusto y genuino que surgió como evolución de su antecesora, la SS80, allá por el año 1924, y que desde ese momento comenzó a forjar su leyenda.

La empresa, Brough Superior Motorcycles, fue creada en 1919 en Nottingham, Inglaterra, por George Brougth, un diseñador de motos de gran talento y un gran showman para su época. Con dicha combinación, tan fructífera en el mundo de los negocios, George creo la SS100, una moto vanguardista para su tiempo y que garantizaba de fábrica a su comprador una velocidad de 160 km/h.

Tal efecto fue uno de los motivos para convertirse en la moto fetiche de todo un icono de la época, Lawrence de Arabia, quien llegó contar en su garaje hasta con siente unidades de la SS100. Con semejante publicidad, más el propio ejercicio de merchandising que llevó a cabo George mostrando la resistencia y efectividad en competición de su moto, logró fabricar más de 3000 unidades hasta 1940, año en el que cesó su producción.

Ahora, tras presentarse de nuevo al mundo en 2013 durante el Salón EICMA de Milán, la Brough Superior SS100 vuelve a producirse en serie contando para su fabricación con toda la tecnología de vanguardia a su alcance pero manteniendo su diseño y principios estéticos inalterados.

Además, la SS100 estará disponible con tres acabados diferentes con el fin de llegar a un mayor número de compradores, uno denominado 'Tradicional' o el que más se asemeja a su antecesora cuyo acabado pulido cobra todo el protagonismo, un acabado denominado 'Racing Full Black' con un aire más deportivo, y otro denominado 'Titanium' cuyo color y diseño está basado en dicho metal, teniendo en los tres casos un precio de acceso de 50.000 euros, coste más que justificado dada la calidad de sus materiales y el trabajo que lleva en todas sus partes.

Empezando por su alma, la SS100 monta un motor en V-Twin a 88º de 997 cc de inyección electrónica y refrigerado por agua, capaz de rendir una potencia de 127 CV a 7.800 rpm, con un par motor de 120 Nm a 6.400 rpm y movido por una caja de cambios de seis velocidades.

Aunque todas sus partes se han hecho de forma artesanal, con un diseño y estudios vanguardistas, quizás en su parte estructural sea donde encontramos una de sus tantas exquisiteces puesto que su chasis, subchasis y basculante está fabricado en titanio mecanizado, algo que nos da una idea de lo en serio que va esta firma.

Otro punto que llama y mucho la atención es la suspensión delantera de tipo Hossack/Fior (Duolever) fabricada en aluminio forjado con sendos triángulos pivotantes en titanio y con un amortiguador Öhlins de 120 mm ajustable en precarga y rebote, cuyo funcionamiento permite separar los movimientos de frenado y suspensión. En la trasera, igualmente emplea un amortiguador Öhlins regulable en precarga y rebote pero con 130 mm de recorrido.

Para los frenos, la empresa Brough Superior ha recurrido al especialista Beringer, equipando en su tren delantero pinzas radiales de cuatro pistones que se encargan de morder cuatro discos de acero, dos cada una, del mismo proveedor y con un diámetro de 230 mm. En su eje trasero, también equipa Beringer, pero solo una pinza flotante de dos pistones encargada de morder un solo disco también de 230 mm.

Para las ruedas, Brough Superior permite elegir al propietario entre cuatro tipo de llantas, dos de tipo 'radios' y otras dos 'multibrazos', todas ellas fabricadas en aluminio forjado cuyas medidas son 120/70 delante, y 160//60 detrás, ambas en 18 pulgadas y equipando de serie neumáticos Dunlop.

En el apartado de diseño, esta empresa inglesa ha querido mantener todo lo posible el concepto original y lo ha conseguido con creces. Todas sus líneas emulan al modelo de 1924, manteniendo para su fabricación manual el aluminio y detalles tan sorprendentes como las anillas de sujeción del tanque de gasolina.

Su colín monoplaza y de corte deportivo da continuidad al asiento tapizado en cuero y aloja en su parte final a la luz de freno de tipo LED, misma tecnología usada en la óptica delantera en combinación con dos faros halógenos que garantizan una visión perfecta cuando se conduce por la noche.

El sistema de escape se mantiene fiel al original en cuanto a diseño, con un sistema doble con ambas terminaciones en paralelo y de una longitud más que respetable, aunque en este caso para su fabricación y atendiendo al conjunto de la moto se emplea el titanio.

Por último, no puedo olvidarme de la sección de mandos. Monta una tija artesanal que agarra un manillar que dependiendo del modelo escogido se adapta a un tipo de conducción más deportiva o más convencional, teniendo justo en su sección central un botón Start/Stop. Justo encima de él, preside una gran esfera analógica que nos marca la velocidad junto con una pequeña pantalla digital para el resto de información.

No cabe duda que la Brough Special SS100 es una obra de arte se mire por donde se mire, con un precio más que justificado y de la cual espero que perdure por muchos años más en el tiempo.

GALERÍA DE FOTOS
CONTENIDO RELACIONADO

Sólo los usuarios registrados pueden añadir un comentario. Por favor, inicia sesión o regístrate a través de este enlace.