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Yamaha TR1 Tangerine Dream de Roland Snel

Publicado el 23/06/2016 en en Café Racer

Por Borja Arias
@borjarias | Google+

Bien es sabido por la mayoría de aficionados al mundo de las customizaciones de motos, que hay determinados modelos muy predispuestos a las modificaciones para fabricar autenticas obras de arte sea cual sea su estilo. Prueba de ello es la gran cantidad de constructores y modelos de motos que llevamos viendo en el panorama motero durante los últimos años.

En el caso de esta preparación, su constructor Ronald Snel, se ha servido de un modelo relativamente poco conocido en el estilo de las café racer, la Yamaha TR1, una moto de corte tourer con motor V-Twin perteneciente a la familia si conocida de la XV750 Virago.

Este apasionado a las customizaciones de motos afincado en Holanda, se ha inspirado en los trabajos de otro gran conocido y especialista en Viragos, Greg Hageman, del que en otras ocasiones ya hemos dedicado algún artículo.

Dicho y hecho, Ronald se hizo con una Yamaha TR1 del año 84 y se puso manos a la obra. Lo primero fue sustituir el tren delantero por una horquilla invertida Showa heredada de una Ducati 916. Para la trasera, se acopló un amortiguador también Showa, aunque en este caso proveniente de una Triumph Speed Triple.

Para completar el conjunto de suspensiones y ayudar a una conducción más dinámica y precisa, Roland instaló entre la tija y el depósito un amortiguador de dirección de la firma sueca Öhlins, y sin alejarnos de esa zona, encontramos un nuevo velocímetro digital, un faro de corte clásico con la esfera en color amarillo, y los intermitentes alojados al final de los puños.

En cuanto a las ruedas, otro punto francamente atractivo, se han instalado llantas de aluminio de radios Akront, con medidas en 18" en la parte delantera y en 17" en trasera, ambas pintadas en la sección del aro con un vistoso naranja brillante y montando neumáticos Metzeler Roadtec Z8s de carácter sport-tourer.

Para mejorar su sistema de frenada, Roland optó por equipar a esta TR1 con unas pinzas flotantes Brembo de cuatro pistones, encargadas de morder discos lobulados y también flotantes en el eje delantero, dejando el sistema de tambor de serie en la sección trasera.

Su rendimiento mecánico no ha sufrido demasiadas modificaciones. El motor, con tan solo 29.000 kilómetros, fue desmontado y revisado, y para que en binomio con su nuevo sistema de escape MAC y filtros de admisión K&N fuese redondo, se instaló una nueva centralita Dynojet. Por supuesto en dicho motor, para obtener una estética acorde al resto de la moto, se instalaron nuevas tapas mecanizadas y se pintó en tu totalidad para dar un aspecto retro, pero moderno.

El tanque de gasolina y el sub chasis también son partes modificadas. El primero pertenece a una Benelli, y el segundo es de la firma Motolanna, con un tapizado en cuero negro y costuras naranjas a juego con el color de la moto.

Dicho trabajo de pintura es otro de los puntos fuertes en esta Yamaha TR1. Para el chasis, basculante, motor y escape se decantó por un color negro brillante, dejando como plato fuerte un naranja mandarina metalflake en depósito y aro de las llantas.

No cabe duda que este trabajo se ha realizado con exquisito gusto y sin dejar ningún detalle al azahar, como se refleja en toda su tornillería que se ha sustituido por una nueva de acero inoxidable y aleación de zinc, o el nuevo logotipo que luce en el depósito de gasolina el cual emula al propio de Yamaha pero empleando herramientas mecánicas.

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